9 Cuida de no abrigar en tu corazón estos perversos pensamientos:
«Ya pronto llega el año séptimo, el año de la remisión», para mirar
con
malos ojos a tu hermano pobre y no darle nada; él apelaría a Yahveh contra
ti y te cargarías con un pecado.
10 Cuando le des algo, se lo has de dar de buena gana, que por esta
acción te bendecirá Yahveh, tu Dios en todas tus obras y en todas
tus
empresas.
11 Pues no faltarán pobres en esta tierra; por eso te doy yo este
mandamiento: debes abrir tu mano a tu hermano, a aquel de los tuyos que es
indigente y pobre en tu tierra.
12 Si tu hermano hebreo, hombre o mujer, se vende a ti, te servirá
durante seis años y al séptimo le dejarás libre.