5 sacarás a las puertas de tu ciudad a ese hombre o mujer, culpables de
esta mala acción, y los apedrearás, al hombre o a la mujer, hasta
que
mueran.
6 No se podrá ejecutar al reo de muerte más que por declaración de
dos o tres testigos; no se le hará morir por declaración de un solo testigo.
7 La primera mano que se pondrá sobre él para darle muerte será la de
los testigos, y luego la mano de todo el pueblo. Así harás desaparecer el mal
de en medio de ti.