6 No se podrá ejecutar al reo de muerte más que por declaración de
dos o tres testigos; no se le hará morir por declaración de un solo testigo.
7 La primera mano que se pondrá sobre él para darle muerte será la de
los testigos, y luego la mano de todo el pueblo. Así harás desaparecer el mal
de en medio de ti.
8 Si tienes que juzgar un caso demasiado difícil para ti, una causa de
sangre, de colisión de derechos, o de lesiones, un litigio cualquiera en tus
ciudades, te levantarás, subirás al lugar elegido por Yahveh tu Dios,
9 y acudirás a los sacerdotes levitas y al juez que entonces esté
en
funciones. Ellos harán una investigación y te indicarán el fallo de la causa.
10 Te ajustarás al fallo que te hayan indicado en este lugar elegido por
Yahveh, y cuidarás de actuar conforme a cuanto te hayan enseñado.