Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Deuteronomio 18, 6-17

6 Si el levita llega de una de tus ciudades de todo Israel donde reside,
y entra por deseo propio en el lugar elegido por Yahveh,

7 oficiará en el nombre de Yahveh su Dios, como todos sus hermanos
levitas que se encuentran allí en presencia de Yahveh;

8 comerá una porción igual a la de ellos, aparte lo que obtenga por la
venta de sus bienes patrimoniales.

9 Cuando hayas entrado en la tierra que Yahveh tu Dios te da, no
aprenderás a cometer abominaciones como las de esas naciones.

10 No ha de haber en ti nadie que haga pasar a su hijo o a su hija por
el fuego, que practique adivinación, astrología, hechicería o magia,

11 ningún encantador ni consultor de espectros o adivinos, ni
evocador de muertos.

12 Porque todo el que hace estas cosas es una abominación para
Yahveh tu Dios y por causa de estas abominaciones desaloja Yahveh tu
Dios a esas naciones delante de ti.

13 Has de ser íntegro con Yahveh tu Dios.

14 Porque esas naciones que vas a desalojar escuchan a astrólogos y
adivinos, pero a ti Yahveh tu Dios no te permite semejante cosa.

15 Yahveh tu Dios suscitará, de en medio de ti, entre tus hermanos, un
profeta como yo, a quien escucharéis.

16 Es exactamente lo que tú pediste a Yahveh tu Dios en el Horeb, el
día de la Asamblea, diciendo: «Para no morir, no volveré a escuchar la voz
de Yahveh mi Dios, ni miraré más a este gran fuego».

17 Y Yahveh me dijo a mí: «Bien está lo que han dicho.