6 no sea que el vengador de sangre, cuando su corazón arde de ira,
persiga al asesino, le dé alcance por ser largo el camino, y le
hiera de
muerte, siendo así que éste no es reo de muerte, puesto que no
odiaba
anteriormente al otro.
7 Por eso te doy yo esta orden: «Te reservarás tres ciudades»;