2 (3) El bastardo no será admitido en la asamblea de Yahveh; ni
siquiera en su décima generación será admitido en la asamblea de Yahveh.
3 (4) El ammonita y el moabita no serán admitidos en la asamblea de
Yahveh; ni aun en la décima generación serán admitidos en la asamblea de
Yahveh, nunca jamás.
4 (5) Porque no vinieron a vuestro encuentro con el pan y el agua
cuando estábais de camino a la salida de Egipto, y porque alquiló
para
maldecirte a Balaam, hijo de Beor, desde Petor, Aram de Mesopotamia.
5 (6) Sólo que Yahveh tu Dios no quiso escuchar a Balaam, y Yahveh
tu Dios te cambió la maldición en bendición, porque Yahveh tu Dios
te
ama.
6 (7) No buscarás jamás mientras vivas su prosperidad ni su bienestar.
7 (8) No tendrás por abominable al idumeo, porque es tu hermano;
tampoco al egipcio tendrás por abominable, porque fuiste forastero en
su
país.
8 (9) A la tercera generación, sus descendientes podrán ser admitidos
en la asamblea de Yahveh.
9 (10) Cuando salgas a campaña contra tus enemigos, te guardarás de
todo mal.