4 (5) Porque no vinieron a vuestro encuentro con el pan y el agua
cuando estábais de camino a la salida de Egipto, y porque alquiló
para
maldecirte a Balaam, hijo de Beor, desde Petor, Aram de Mesopotamia.
5 (6) Sólo que Yahveh tu Dios no quiso escuchar a Balaam, y Yahveh
tu Dios te cambió la maldición en bendición, porque Yahveh tu Dios
te
ama.
6 (7) No buscarás jamás mientras vivas su prosperidad ni su bienestar.
7 (8) No tendrás por abominable al idumeo, porque es tu hermano;
tampoco al egipcio tendrás por abominable, porque fuiste forastero en
su
país.
8 (9) A la tercera generación, sus descendientes podrán ser admitidos
en la asamblea de Yahveh.
9 (10) Cuando salgas a campaña contra tus enemigos, te guardarás de
todo mal.
10 (11) Si hay entre los tuyos un hombre que no esté puro, por causa
de una polución nocturna, saldrá del campamento y no volverá a entrar.
11 (12) Pero a llegar la tarde se lavará, y a la puesta del sol
podrá
volver al campamento.