Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Deuteronomio 28, 55-69

55 negándose a compartir con ellos la carne de sus hijos que se
comerá, al quedarle ya nada en el asedio y la angustia a que tu enemigo te
reducirá en todas tus ciudades.

56 La más delicada y tierna de las mujeres de tu pueblo, tan delicada y
tierna que no hubiera osado posar en tierra la planta de su pie, mirará con
malos ojos al esposo de su corazón, e incluso a su hijo y a su hija,

57 a las secundinas salidas de su seno y a los hijos que dé a luz, pues
los comerá a escondidas, por la privación de todo, en el asedio y la angustia
a que te reducirá tu enemigo en todas tus ciudades.

58 Si no cuidas de poner en práctica todas las palabras de esta Ley
escritas en este libro, temiendo a ese nombre glorioso y temible, a Yahveh
tu Dios,

59 Yahveh hará terribles tus plagas y las de tu descendencia: plagas
grandes y duraderas, enfermedades perniciosas y tenaces.

60 Hará caer de nuevo sobre ti aquellas epidemias de Egipto a las que
tanto miedo tenías, y se pegarán a ti.

61 Más todavía, todas las enfermedades y plagas que no se mencionan
en el libro de esta Ley, las suscitará Yahveh contra ti, hasta destruirte.

62 No quedaréis más que unos pocos hombres, vosotros que erais tan
numerosos como las estrellas del cielo, por haber desoído la voz de Yahveh
tu Dios.

63 Y sucederá que lo mismo que Yahveh se complacía en haceros
favor y en multiplicaros, así se gozará en perderos, y destruiros.
Seréis
arrancados del suelo adonde vas a entrar para tomarlo en posesión.

64 Yahveh te dispersará entre todos los pueblos, de un extremo a otro
de la tierra, y allí servirás a otros dioses, de madera y
de piedra,
desconocidos de ti y de tus padres.

65 No hallarás sosiego en aquellas naciones, ni habrá descanso para la
planta de tus pies, sino que Yahveh te dará allí un corazón
trémulo,
languidez de ojos y ansiedad de alma.

66 Tu vida estará ante ti como pendiente de un hilo, tendrás miedo de
noche y de día, y ni de tu vida te sentirás seguro.

67 Por la mañana dirás: «¡Ojalá llegase la tarde!», y por la tarde dirás:

«¡Ojalá llegase la mañana!», a causa del espanto que estremecerá tu
corazón y del espectáculo que verán tus ojos.

68 Yahveh volverá a llevarte a Egipto en barcos, por ese camino del
que yo te había dicho: «No volverás a verlo más.» Y allí os ofreceréis en
venta a vuestros enemigos como esclavos y esclavas, pero no habrá ni
comprador.

69 Estas son las palabras de la alianza que Yahveh mandó a Moisés
concluir con los israelitas en el país de Moab, aparte de la alianza que había
concluido con ellos en el Horeb.