11 a punto de entrar en la alianza de Yahveh tu Dios, jurada con
imprecación, que Yahveh tu Dios concluye hoy contigo
12 para hacer hoy de ti su pueblo y ser él tu Dios como te ha dicho y
como juró a tus padres Abraham, Isaac y Jacob.
13 Y no solamente con vosotros hago yo hoy esta alianza y esta
imprecación,
14 sino que la hago tanto con quien está hoy aquí con nosotros en
presencia de Yahveh nuestro Dios como con quien no está hoy aquí con
nosotros.
15 Pues vosotros sabéis cómo vivíamos en Egipto, y cómo hemos
pasado por las naciones por las que habéis pasado.
16 Habéis visto sus monstruos abominables y los ídolos de madera y
de piedra, de plata y de oro que hay entre ellos.
17 No haya entre vosotros hombre o mujer, familia o tribu, cuyo
corazón se aparte hoy de Yahveh vuestro Dios para ir a servir a los dioses
de esas naciones. No haya entre vosotros raíz que eche veneno o ajenjo.
18 Si alguien, después de haber oído las palabras de esta imprecación,
se las promete felices en su corazón diciendo: «Aunque me conduzca en la
terquedad de mi corazón, todo me irá bien, puesto que la abundancia
de
agua quitará la sed»,
19 Yahveh no se avendrá a perdonarle. Porque la ira y el celo de
Yahveh se encenderán contra ese hombre, toda la imprecación escrita
en
este libro caerá sobre él, y Yahveh borrará su nombre de debajo de
los
cielos.