17 No haya entre vosotros hombre o mujer, familia o tribu, cuyo
corazón se aparte hoy de Yahveh vuestro Dios para ir a servir a los dioses
de esas naciones. No haya entre vosotros raíz que eche veneno o ajenjo.
18 Si alguien, después de haber oído las palabras de esta imprecación,
se las promete felices en su corazón diciendo: «Aunque me conduzca en la
terquedad de mi corazón, todo me irá bien, puesto que la abundancia
de
agua quitará la sed»,
19 Yahveh no se avendrá a perdonarle. Porque la ira y el celo de
Yahveh se encenderán contra ese hombre, toda la imprecación escrita
en
este libro caerá sobre él, y Yahveh borrará su nombre de debajo de
los
cielos.