18 Yo os ordené entonces: «Yahveh, vuestro Dios, os ha dado esta
tierra en posesión. Vosotros pasaréis armados al frente de
vuestros
hermanos los israelitas, todos hombres de armas.
19 Sólo vuestras mujeres, vuestros hijos y vuestros rebaños (pues sé
que tenéis rebaños numerosos) quedarán en las ciudades que yo os he dado,
20 hasta que Yahveh conceda reposo a vuestros hermanos, como a
vosotros, y ellos también hayan tomado posesión de la tierra que
Yahveh
vuestro Dios les ha dado al otro lado del Jordán; entonces volveréis
cada
uno a la heredad que yo os he dado.»
21 A Josué también le di entonces la orden siguiente: «Tus propios
ojos han visto todo lo que Yahveh vuestro Dios ha hecho con estos
dos
reyes; lo mismo hará Yahveh con todos los reinos por donde vas a pasar.
22 No les temáis, porque el mismo Yahveh vuestro Dios combate por
vosotros.»
23 Entonces hice esta súplica a Yahveh:
24 «Yahveh, Señor mío, tú has comenzado a manifestar a tu siervo tu
grandeza y tu mano fuerte; pues ¿qué Dios hay, en los cielos ni en la tierra,
que pueda hacer obras y proezas como las tuyas?
25 Déjame, por favor, pasar y ver la tierra buena de allende el Jordán,
esa buena montaña y el Líbano.»
26 Pero, por culpa vuestra, Yahveh se irritó contra mí y no me
escuchó; antes bien me dijo: «¡Basta ya! No sigas hablándome de esto.
27 Sube a la cumbre del Pisgá, alza tus ojos al occidente, al norte, al
mediodía y al oriente; y contempla con tu ojos, porque no pasarás
ese
Jordán.
28 Da tus órdenes a Josué, dale ánimos y fortalécele, porque él pasará
al frente de este pueblo: él le pondrá en posesión de esa tierra que ves.»