12 No están en el cielo, para que hayas de decir: «¿Quién subirá por
nosotros al cielo a buscarlos para que los oigamos y los pongamos
en
práctica?»
13 Ni están al otro lado del mar, para que hayas de decir: «¿Quién irá
por nosotros al otro lado del mar a buscarlos para que los oigamos y los
pongamos en práctica?»