29 Porque sé que después de mi muerte no dejaréis de pervertiros; os
apartaréis del camino que os he prescrito; y la desgracia vendrá
sobre
vosotros en el futuro, por haber hecho lo que es malo a los ojos de Yahveh,
irritándole con vuestras obras.»
30 Luego, a oídos de toda la asamblea de Israel, Moisés pronunció
hasta el fin las palabras de este cántico: