Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Deuteronomio 33, 8-20

8 Para Leví dijo: Dale a Leví tus Urim y tus Tummim al hombre de tu
agrado, a quien probaste en Massá, con quien querellaste en las
aguas de
Meribá,

9 el que dijo de su padre y de su madre: «No los he visto.» El que no
reconoce a sus hermanos y a sus hijos ignora. Pues guardan tu palabra, y tu
alianza observan.

10 Ellos enseñan tus normas a Jacob y tu Ley a Israel; ofrecen
incienso ante tu rostro, y perfecto sacrificio en tu altar.

11 Bendice, Yahveh, su vigor, y acepta la obra de sus manos. Rompe
los lomos a sus adversarios y a sus enemigos, que no se levanten.

12 Para Benjamín dijo: Querido de Yahveh, en seguro reposa junto a
El, todos los días le protege, y entre sus hombros mora.

13 Para José dijo: Su tierra es bendita de Yahveh; para él lo mejor de
los cielos: el rocío, y del abismo que reposa abajo;

14 lo mejor de los frutos del sol, de lo que brota a cada luna,

15 las primicias de los montes antiguos, lo mejor de los collados
eternos,

16 lo mejor de la tierra y cuanto contiene, y el favor del que mora en
la Zarza: ¡caiga sobre la cabeza de José, sobre la frente del elegido entre sus
hermanos!

17 Primogénito del toro, a él la gloria, cuernos de búfalo sus cuernos;
con ellos acornea a los pueblos todos juntos hasta los confines de la tierra.
Tales son las miríadas de Efraím, tales los millares de Manasés.


18 Para Zabulón dijo: Regocíjate, Zabulón, en tus empresas, y tú,
Isacar, en tus tiendas.

19 Convocarás a los pueblos en el monte, ofrecerán sacrificios de
justicia, pues gustarán la abundancia de los mares, y los tesoros ocultos en
la arena.

20 Para Gad dijo: ¡Bendito el que ensanchó a Gad! Echado está como
leona; ha desgarrado un brazo, y hasta una cabeza;