8 Y ¿cuál es la gran nación cuyos preceptos y normas sean tan justos
como toda esta Ley que yo os expongo hoy?
9 Pero ten cuidado y guárdate bien, no vayas o olvidarte de estas cosas
que tus ojos han visto, ni dejes que se aparten de tu corazón en todos los
días de tu vida; enséñaselas, por el contrario, a tus hijos y a los hijos de tus
hijos.