6 Queden en tu corazón estas palabras que yo te dicto hoy.
7 Se la repetirás a tus hijos, les hablarás de ellas tanto si estás en casa
como si vas de viaje, así acostado como levantado;
8 las atarás a tu mano como una señal, y serán como una insignia entre
tus ojos;
9 las escribirás en las jambas de tu casa y en tus puertas.
10 Cuando Yahveh tu Dios te haya introducido en la tierra que a tus
padres Abraham, Isaac y Jacob juró que te daría: ciudades grandes y
prósperas que tú no edificaste,
11 casas llenas de toda clase de bienes, que tú no llenaste,
cisternas
excavadas que tú no excavaste, viñedos y olivares que tú no
plantaste,
cuando hayas comido y te hayas saciado,
12 cuida de no olvidarte de Yahveh que te sacó del país de Egipto, de
la casa de servidumbre.
13 A Yahveh tu Dios temerás, a él le servirás, por su nombre jurarás.
14 No vayáis en pos de otros dioses, de los dioses de los pueblos que
os rodean,
15 porque un Dios celoso es Yahveh tu Dios que está en medio de ti.
La ira de Yahveh tu Dios se encendería contra ti y te haría desaparecer de la
haz de la tierra.