...la Biblia de Jerusalén
Eclesiastés 10, 11-16
11 Si pica culebra por falta de encantamiento no hay ganancia para el
encantador.
12 Palabras de boca de sabio agradan, mas los labios del necio a él lo
engullen.
13 Empieza diciendo necedades, para acabar en locura de las malas.
14 Y el necio dice más y más palabras. Nadie sabe lo que vas venir, y
el remate de todo, ¿quién puede pronosticárselo?
15 Lo que más molesta al necio es que no sabe ir a la ciudad.
16 ¡Ay de ti, tierra, cuyo rey es un chiquillo, y cuyos príncipes comen
de mañana!