10 He considerado la tarea que Dios ha puesto a los humanos para que
en ella se ocupen.
11 El ha hecho todas las cosas apropiadas a su tiempo; también ha
puesto el mundo en sus corazones, sin que el hombre llegue a descubrir la
obra que Dios ha hecho de principio a fin.
12 Comprendo que no hay para el hombre más felicidad que alegrarse
y buscar el bienestar en su vida.
13 Y que todo hombre coma y beba y disfrute bien en medio de sus
fatigas, eso es don de Dios.
14 Comprendo que cuanto Dios hace es duradero. Nada hay que
añadir ni nada que quitar. Y así hace Dios que se le tema.
15 Lo que es, ya antes fue; lo que será, ya es. Y Dios restaura
lo
pasado.
16 Todavía más he visto bajo el sol: en la sede del derecho, allí está la
iniquidad; y en el sitial del justo, allí el impío.
17 Dije en mi corazón: Dios juzgará al justo y al impío, pues allí hay
un tiempo para cada cosa y para toda obra.
18 Dije también en mi corazón acerca de la conducta de los humanos:
sucede así para que Dios los pruebe y les demuestre que son como bestias.