Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Eclesiastés 5, 5-8

5 No permitas que tu boca haga de ti un pecador, y luego digas ante el
Mensajero que fue inadvertencia. ¿Por qué deberá Dios irritarse por tu
palabra y destruir la obra de tus manos?

6 Cuantos los sueños, tantas las vanidades y las muchas palabras. Pero
tú teme a Dios.

7 Si en la región ves la opresión del pobre y la violación del derecho y
de la justicia, no te asombres por eso. Se te dirá que una
dignidad vigila
sobre otra dignidad, y otra más dignas sobre ambas.

8 Se invocará el interés común y el servicio del rey.