Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Eclesiástico 11, 2-15

2 Según el juez del pueblo, así serán sus ministros, como el jefe de la
ciudad, todos sus habitantes.

3 El rey sin instrucción arruinará a su pueblo, la ciudad se edifica
sobre la prudencia de los dirigentes.

4 En manos del Señor está el gobierno de la tierra, a su tiempo suscita
para ella al que conviene.

5 En manos del Señor el recto camino del hombre, él pone su gloria
en el escriba.


6 Sea cual fuere su agravio, no guardes rencor al prójimo, y no hagas
nada en un arrebato de violencia.

7 Odioso es al Señor y a los hombres el orgullo, para ambos es un
yerro la injusticia.

8 La soberanía pasa de una nación a otra, por las injusticias, las
violencias y el dinero.

9 ¿Por qué se enorgullece el que es tierra y ceniza? ¡si ya en vida es
su vientre podredumbre!

10 La larga enfermedad deja perplejo al médico, y el que hoy es rey
fenecerá mañana.

11 Y cuando un hombre muere, recibe como herencia reptiles, fieras
y gusanos.

12 El comienzo del orgullo del hombre es alejarse del Señor, cuando
de su Hacedor se apartó su corazón.

13 Que el comienzo del orgullo es el pecado, el que se agarra a él
vierte abominación. Por eso les dio el Señor asombrosos castigos, y
les
abatió hasta aniquilarlos.

14 Los tronos de los príncipes los volteó el Señor, y en su lugar sentó
a los mansos.

15 Las raíces de los orgullosos las arrancó el Señor, y en su lugar
plantó a los humildes.