Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Eclesiástico 18, 1-4

1 De la tierra creó el Señor al hombre, y de nuevo le hizo volver a

2 Días contados le dio y tiempo fijo, y dioles también poder sobre las

cosas de la tierra.

3 De una fuerza como la suya los revistió, a su imagen los hizo.


4 Sobre toda carne impuso su temor para que dominara a fieras y
volátiles.

6 Les formó lengua, ojos, oídos, y un corazón para pensar.

7 De saber e inteligencia los llenó, les enseñó el bien y el mal.


obras.
obras.

8 Puso su ojo en sus corazones, para mostrarles la grandeza de sus
10 Por eso su santo nombre alabarán, contando la grandeza de sus

11 Aun les añadió el saber, la ley de vida dioles en herencia.
12 Alianza eterna estableció con ellos, y sus juicios les enseñó.

13 Los ojos de ellos vieron la grandeza de su gloria, la gloria de su

voz oyeron sus oídos.

14 Y les dijo: «Guardaos de toda iniquidad», y a cada cual le dio
órdenes respecto de su prójimo.

15 Sus caminos están ante él en todo tiempo, no se ocultan a sus ojos.
17 A cada nación asignó un jefe, mas la porción del Señor es Israel.

19 Todas sus obras están ante él, igual que el sol, e incesantes
sus
ojos sobre sus caminos.

20 No se le ocultan sus iniquidades, todos sus pecados están ante el
Señor.

22 La limosna del hombre es como un sello para él, el favor del
hombre lo guarda como la pupila de sus ojos.

23 Después se levantará y les retribuirá, sobre su cabeza pondrá su
recompensa.

24 Pero a los que se arrepienten les concede retorno, y consuela a los
que perdieron la esperanza.

25 Conviértete al Señor y deja tus pecados, suplica ante su faz y quita
los obstáculos.

26 Vuélvete al Altísimo y apártate de la injusticia, odia con toda el
alma la abominación.

27 ¿Quién en el seol alabará al Altísimo si los vivientes no le dan
gloria?

28 No hay alabanza que venga de muerto, como de quien no existe;
es el que vive y goza de salud quien alaba al Señor.

29 ¡Qué grande es la misericordia del Señor, y su perdón para los que
a él se convierten!

30 Pues no todo puede estar en poder de los hombres, que no es
inmortal el hijo de hombre.

31 ¿Qué hay más luminoso que el sol? Con todo, desaparece. Mas la
carne y la sangre sólo el mal conciben.

32 Al ejército de lo alto de los cielos pasa él revista, pero
polvo y
ceniza son los hombres.