Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Eclesiástico 20, 10-17

10 ¿Has oído algo? ¡Quede muerto en ti! ¡Animo, no reventarás!

11 Por una palabra oída ya está el necio en dolores, como por el hijo
la mujer que da a luz.


12 Una flecha clavada en el muslo, tal es la palabra en las entrañas
del necio.

13 Interoga a tu amigo: quizá no haya hecho nada, y si acaso lo ha
hecho, para que no reincida.

14 Interroga a tu prójimo: quizá no ha dicho nada, y si acaso lo
ha
dicho, para que no repita.

15 Interroga a tu amigo: que hay calumnia a menudo, no creas todo lo
que se dice.

16 A veces se resbala uno sin querer, y ¿quién no ha pecado con su
lengua?

17 Interroga a tu prójimo antes de amenazarle, y obedece a la ley del
Altísimo.

20 Toda sabiduría es temor del Señor, y en toda sabiduría se practica

la ley.

22 Mas no es sabiduría el conocimiento del mal, no está en el consejo
de los pecadores la prudencia.

23 Hay un saberlo todo que es abominación, es estúpido el que carece
de sabiduría.

24 Más vale ser vacío de inteligencia y lleno de temor, que desbordar
prudencia y traspasar la ley.

25 Hay un saberlo todo que sirve a la injusticia, que para mantener el
derecho usa de argucias.

26 Hay malhechor que anda encorvado por el tedio, mas su interior
está lleno de dolo:

27 tapándose la cara, haciéndose el sordo, mientras no es reconocido
te tomará la delantera.

28 Si por su escasa fuerza no se atreve a pecar, en cuanto encuentre
ocasión, se dará a hacer el mal.

29 Por la mirada se reconoce al hombre, por el aspecto del rostro se
reconoce al pensador.

30 El atuendo del hombre, la risa de sus dientes, su caminar revelan
lo que es.