...la Biblia de Jerusalén
Eclesiástico 20, 8-11
8 Ni a amigo ni a enemigo cuentes nada, a menos que sea pecado para
ti, no le descubras.
9 Porque te escucharía y se guardaría de ti, y en la ocasión propicia te
detestaría.
10 ¿Has oído algo? ¡Quede muerto en ti! ¡Animo, no reventarás!
11 Por una palabra oída ya está el necio en dolores, como por el hijo
la mujer que da a luz.