...la Biblia de Jerusalén
Eclesiástico 20, 9-14
9 Porque te escucharía y se guardaría de ti, y en la ocasión propicia te
detestaría.
10 ¿Has oído algo? ¡Quede muerto en ti! ¡Animo, no reventarás!
11 Por una palabra oída ya está el necio en dolores, como por el hijo
la mujer que da a luz.
12 Una flecha clavada en el muslo, tal es la palabra en las entrañas
del necio.
13 Interoga a tu amigo: quizá no haya hecho nada, y si acaso lo ha
hecho, para que no reincida.
14 Interroga a tu prójimo: quizá no ha dicho nada, y si acaso lo
ha
dicho, para que no repita.