...la Biblia de Jerusalén
Eclesiástico 21, 21-26
21 Hay quien no puede pecar por indigencia: en su reposo no tendrá
remordimiento.
22 Hay quien se pierde a sí mismo por vergüenza, por respeto a un
insensato se pierde.
23 Hay quien por timidez hace promesas a su amigo, y así, por nada
se gana un enemigo.
24 Gran baldón para un hombre la mentira en boca de ignorantes
repetida.
25 Es preferible un ladrón que el que persiste en la mentira, aunque
ambos heredarán la perdición.
26 El hábito de mentiroso es una deshonra, su vergüenza le acompaña
sin cesar.