...la Biblia de Jerusalén
Eclesiástico 21, 3-24
3 El que se acusa de su falta evita la pena.
4 Como pasión de eunuco por desflorar a una moza, así el que ejecuta
la justicia con violencia.
5 Hay silencioso tenido por sabio, y quien se hace odioso por su
verborrea.
6 Hay quien se calla por no tener respuesta, y quien se calla porque
sabe su hora.
7 El sabio guarda silencio hasta su hora, mas el fanfarrón e insensato
adelanta el momento.
8 El desmedido en palabras se hace abominable, y el que pretende
imponerse se hace odioso.
9 Hay quien encuentra fortuna en la desgracia, y hay suerte que acaba
en postración.
10 Hay dádiva que no te da provecho, y dádiva que recibe el doble.
11 Hay postración causada por la gloria, y hay quien, desde la
humillación, levanta la cabeza.
12 Hay quien compra mucho con poco dinero, pero luego lo paga
siete veces más caro.
13 Por sus palabras se hace amable el sabio, mas los favores de los
necios se malgastan.
14 El don del insensato no te sirve de nada, porque sus ojos no son
uno, son muchos;
15 da poco y echa en cara mucho, y abre su boca como un pregonero;
presta hoy y mañana reclama, es un hombre detestable este sujeto.
16 Dice el necio: «No tengo ni un amigo, no hay gratitud para mis
beneficios;
17 los que comen mi pan tienen lengua insolente.» ¡Cuántos con
frecuencia se ríen de él!
18 Mejor es resbalar en empredado que resbalar con la lengua, así la
caída de los malos llega de repente.
19 Hombre sin gracia es cuento inoportuno por boca de ignorantes
repetido.
20 De boca de necio no se acepta el proverbio, pues jamás lo dice a
su hora.
21 Hay quien no puede pecar por indigencia: en su reposo no tendrá
remordimiento.
22 Hay quien se pierde a sí mismo por vergüenza, por respeto a un
insensato se pierde.
23 Hay quien por timidez hace promesas a su amigo, y así, por nada
se gana un enemigo.
24 Gran baldón para un hombre la mentira en boca de ignorantes
repetida.