...la Biblia de Jerusalén
Eclesiástico 22, 11-18
11 El que guarda la Ley controla sus ideas, la meta del temor del
Señor es la sabiduría.
12 No alcanzará doctrina quien no es habilidoso, pero no hay
habilidades que llenan de amargura.
13 La ciencia del sabio crecerá como una inundación, y su consejo
será fuente de vida.
14 El interior del necio es como un vaso roto, que no retiene ningún
conocimiento.
15 Si un hombre de saber oye palabra sabia, la elogia y otra suya
añade. Si la oye el libertino, le desagrada y la echa detrás de sus espaldas.
16 El relato del necio es como fardo en el camino, mas en los labios
del inteligente se halla gracia.
17 La boca del sensato es buscada en la asamblea, sus palabras se
meditan de corazón.
18 Como casa en ruinas, así la sabiduría del necio, el conocimiento
del tonto, palabras incoherentes.