...la Biblia de Jerusalén
Eclesiástico 22, 14-26
14 El interior del necio es como un vaso roto, que no retiene ningún
conocimiento.
15 Si un hombre de saber oye palabra sabia, la elogia y otra suya
añade. Si la oye el libertino, le desagrada y la echa detrás de sus espaldas.
16 El relato del necio es como fardo en el camino, mas en los labios
del inteligente se halla gracia.
17 La boca del sensato es buscada en la asamblea, sus palabras se
meditan de corazón.
18 Como casa en ruinas, así la sabiduría del necio, el conocimiento
del tonto, palabras incoherentes.
19 Cadenas en los pies, es la educación para el mentecato, como
esposas en su mano derecha.
20 El necio, cuando ríe, lo hace a carcajadas, mas el hombre sensato
apenas si sonríe.
21 Adorno de oro es la educación para el sensato, como un brazalete
en su brazo derecho.
22 El pie del necio entra rápido en la casa, el hombre experimentado
se presenta con modestia.
23 Desde la puerta el insensato fisga el interior, el hombre bien
educado queda afuera.
24 Es falta de educación escuchar a la puerta, tal descortesía indigna
al sensato.
25 Los labios de los habladores repiten las palabras ajenas, mas las
palabras de los prudentes se pesan en balanza.
26 En la boca de los necios está su corazón, pero el corazón de los
sabios es su boca.