...la Biblia de Jerusalén
Eclesiástico 22, 24-27
24 Es falta de educación escuchar a la puerta, tal descortesía indigna
al sensato.
25 Los labios de los habladores repiten las palabras ajenas, mas las
palabras de los prudentes se pesan en balanza.
26 En la boca de los necios está su corazón, pero el corazón de los
sabios es su boca.
27 Cuando el impío maldice a Satanás, a sí mismo se maldice.