...la Biblia de Jerusalén
Eclesiástico 22, 4-16
4 El terror y la violencia arrasan la riqueza, así quedará arrasada
la
casa del orgulloso.
5 La oración del pobre va de su boca a los oídos de Dios, y el juicio
divino no se deja esperar.
6 El que odia la reprensión sigue las huellas del pecador, el que teme
al Señor se convierte en su corazón.
7 De lejos se conoce al charlatán, y el hombre reflexivo le adivina los
deslices.
8 Quien edifica su casa con dinero ajeno es como el que amontona
piedras para su tumba.
9 Estopa hacinada es la reunión de los sin ley, su meta es la llama de
fuego.
10 El camino de los pecadores está bien enlosado, pero a su término
está la fosa del seol.
11 El que guarda la Ley controla sus ideas, la meta del temor del
Señor es la sabiduría.
12 No alcanzará doctrina quien no es habilidoso, pero no hay
habilidades que llenan de amargura.
13 La ciencia del sabio crecerá como una inundación, y su consejo
será fuente de vida.
14 El interior del necio es como un vaso roto, que no retiene ningún
conocimiento.
15 Si un hombre de saber oye palabra sabia, la elogia y otra suya
añade. Si la oye el libertino, le desagrada y la echa detrás de sus espaldas.
16 El relato del necio es como fardo en el camino, mas en los labios
del inteligente se halla gracia.