Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Eclesiástico 24, 1-2

1 Oh Señor, padre y dueño de mi vida, no me abandones al capricho
de mis labios, no permitas que por ellos caiga.

2 ¿Quién aplicará el látigo a mis pensamientos, y a mi corazón la
disciplina de la sabiduría, para que no se perdonen mis errores, ni pasen por
alto mis pecados?