Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Eclesiástico 24, 1-5

1 Oh Señor, padre y dueño de mi vida, no me abandones al capricho
de mis labios, no permitas que por ellos caiga.

2 ¿Quién aplicará el látigo a mis pensamientos, y a mi corazón la
disciplina de la sabiduría, para que no se perdonen mis errores, ni pasen por
alto mis pecados?

3 No sea que mis yerros aumenten, y que abunden mis pecados, que
caiga yo ante mis adversarios, y de mí se ría mi enemigo.

4 Señor, padre y Dios de mi vida, no me des altanería de ojos,
5 aparta de mí la pasión.