16 Dos clases de gente multiplican los pecados, y la tercera atrae la
ira:
17 El alma ardiente como fuego encendido, no se apagará hasta
consumirse; el hombre impúdico en su cuerpo carnal: no cejará hasta que el
fuego le abrase; para el hombre impúdico todo pan es dulce, no descansará
hasta haber muerto.