11 Guárdate de ir tras ojos descarados, no te extrañes si te llevan al
12 Cual caminante sediento abre ella la boca, y de toda agua que se
topa bebe; ante toda clavija de tienda, impúdica, se sienta, y a toda flecha
abre su aljaba.
13 La gracia de la mujer recrea a su marido, y su ciencia reconforta
sus huesos.
14 Un don del Señor la mujer silenciosa, no tiene precio la bien
educada.
15 Gracia de gracias la mujer pudorosa, no hay medida para pesar a la
dueña de sí misma.
16 Sol que sale por las alturas del Señor es la belleza de la
mujer
buena en una casa en orden.
17 Lámpara que brilla en sagrado candelero es la hermosura de un
rostro sobre un cuerpo esbelto.
18 Columnas de oro sobre basas de plata, las bellas pierras sobre
talones firmes.
28 Dos cosas entristecen mi corazón y la tercera me produce mal
humor: el guerrero que desfallece de indigencia, los inteligentes cuando son
menospreciados, y el que de la justicia al pecado reincide: el Señor
le
destina a la espada.
29 Difícilmente se libra de falta el negociante, el comerciante no
quedará limpio de pecado.