...la Biblia de Jerusalén
Eclesiástico 28, 22-23
22 Quien guiña el ojo, anda urdiendo el mal, nadie podrá apartarle de
él.
23 Ante tus ojos pone dulce su boca, y por tus palabras muestra
admiración; mas después cambia de lenguaje, y con tus palabras anda
dando escándalo.