5 Hasta que no recibe, besa las manos de su prójimo, y ante su dinero
humilla la voz; pero al tiempo de la restitución da largas, responde
con
palabras negligentes y echa la culpa a las circustancias.
6 Si puede, el otro recibirá apenas la mitad, y aun lo tendrá como una
ganga. Si no, se quedará sin su dinero, y se habrá ganado sin necesidad un
enemigo, que le devolverá maldiciones e injurias y le dará, en vez de gloria,
vilipendio.