...la Biblia de Jerusalén
Eclesiástico 32, 3-13
3 Se afana el rico por juntar riquezas, y cuando descansa, se hastía de
sus placeres.
4 Se afana el pobre por falta de sustento, y cuando descansa, se acaba
en la indigencia.
5 El que ama el oro no se verá justificado, el que anda tras el lucro se
extraviará en él.
6 Muchos se arruinaron por causa del oro, su perdición la tenían
delante.
7 Es leño de tropiezo para los que le ofrecen sacrificios, y todo
insensato queda preso en él.
8 Feliz el rico que fue hallado intachable, que tras el oro no se fue.
9 ¿Quién es, y le felicitaremos?, pues obró maravillas en su pueblo.
10 ¿Quién sufrió esta prueba y fue hallado perfecto? será para él
motivo de gloria. ¿Quién pudo prevaricar y no prevaricó, hacer mal y no lo
hizo?
11 Sus bienes se consolidarán, y la asamblea hablará de sus bondades.
12 ¿En mesa suntuosa te has sentado?, no abras hacia ella tus fauces,
no digas: «¡Qué de cosas hay aquí!»
13 Recuerda que es cosa mala tener un ojo ávido, ¿qué ha sido creado
peor que el ojo? por eso, por cualquier cosa llora.