...la Biblia de Jerusalén
Eclesiástico 38, 14-31
14 Pues el alma del hombre puede a veces advertir más que siete
vigías sentados en lo alto para vigilar.
15 Y por encima de todo esto suplica al Altísimo, para que enderece
tu camino en la verdad.
16 Principio de toda obra es la palabra, y antes de toda acción está el
consejo.
17 Raíz de los pensamientos es el corazón, de él salen cuatro ramas:
18 bien y mal, vida y muerte, mas la que siempre los domina es la
lengua.
19 Hay hombre diestro que adoctrina a muchos, y para sí mismo es
un inútil.
20 Hay quien se hace el sabio en palabras y es aborrecido, y que
acabará sin tener qué comer.
21 Pues no se le dio la gracia que viene del Señor, porque estaba
vacío de toda sabiduría.
22 Hay quien para sí mismo es sabio, y los frutos de su inteligencia
son, según él, dignos de fe.
23 El varón sabio enseña a su pueblo, y los frutos de su inteligencia
son dignos de fe.
24 El varón sabio es colmado de bendiciones, y le llaman feliz todos
los que le ven.
25 La vida del hombre tiene días contados, mas los días de Israel no
tienen número.
26 El sabio en su pueblo se gana la confianza, y su nombre vivirá por
los siglos.
27 Hijo, en tu vida prueba tu alma, ve lo que es malo para ella y no se
los des.
28 Pues no a todos les conviene todo, y no a todo el mundo le gusta lo
mismo.
29 No seas insaciable de todo placer, y no te abalances sobre la
comida,
30 porque en el exceso de alimento hay enfermedad, y la
intemperancia acaba en cólicos.
31 Por intemperancia han muerto muchos, pero el que se vigila
prolongará su vida.