Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Eclesiástico 38, 2-19

2 ¿No es para uno una mortal tristeza un compañero o amigo trocado
en enemigo?

3 ¡Oh intención perversa! ¿de dónde saliste para cubrir la tierra de
engaño?

4 El compañero disfruta en el contento del amigo, pero al tiempo de
tribulación se volverá contra él.

5 El compañero compadece al amigo por interés, y cuando llega el
combate embraza el escudo.

6 No te olvides de tu amigo en tu alma, ni pierdas su recuerdo cuando
seas rico.

7 Todo consejero da consejos, pero hay quien aconseja en su interés.
8 Del consejero guarda tu alma, conoce primero qué necesita - porque

en su propio interés dará consejo -, no sea que eche sobre ti la suerte,

9 y te diga: «Bueno es tu camino», quedándose enfrente para ver qué
te sucede.

10 No te aconsejes del que te mira con desprecio, y de los que te
envidian oculta tu consejo;

11 ni te aconsejes con mujer sobre su rival, con cobarde acerca la
guerra, con negociante respecto del comercio, con comprador sobre la
venta, con envidioso sobre la gratitud, con despiadado sobre la generosidad,
con perezoso sobre cualquier trabajo, con temporero sobre el término
de
una obra, con siervo ocioso sobre un trabajo grande: no cuentes con éstos
para ningún consejo.

12 Sino recurre siempre a un hombre piadoso, de quien sabes bien
que guarda los mandamientos, cuya alma es según tu alma, y que, si caes,
sufrirá contigo.

13 Y mantén firme el consejo de tu corazón, que nadie es para ti más
fiel que él.

14 Pues el alma del hombre puede a veces advertir más que siete
vigías sentados en lo alto para vigilar.

15 Y por encima de todo esto suplica al Altísimo, para que enderece
tu camino en la verdad.


16 Principio de toda obra es la palabra, y antes de toda acción está el
consejo.

17 Raíz de los pensamientos es el corazón, de él salen cuatro ramas:

18 bien y mal, vida y muerte, mas la que siempre los domina es la
lengua.

19 Hay hombre diestro que adoctrina a muchos, y para sí mismo es
un inútil.