...la Biblia de Jerusalén
Eclesiástico 38, 20-28
20 Hay quien se hace el sabio en palabras y es aborrecido, y que
acabará sin tener qué comer.
21 Pues no se le dio la gracia que viene del Señor, porque estaba
vacío de toda sabiduría.
22 Hay quien para sí mismo es sabio, y los frutos de su inteligencia
son, según él, dignos de fe.
23 El varón sabio enseña a su pueblo, y los frutos de su inteligencia
son dignos de fe.
24 El varón sabio es colmado de bendiciones, y le llaman feliz todos
los que le ven.
25 La vida del hombre tiene días contados, mas los días de Israel no
tienen número.
26 El sabio en su pueblo se gana la confianza, y su nombre vivirá por
los siglos.
27 Hijo, en tu vida prueba tu alma, ve lo que es malo para ella y no se
los des.
28 Pues no a todos les conviene todo, y no a todo el mundo le gusta lo
mismo.