...la Biblia de Jerusalén
Eclesiástico 39, 1-12
1 Da al médico, por sus servicios, los honores que merece, que
también a él le creó el Señor.
2 Pues del Altísimo viene la curación, como una dádiva que del rey se
recibe.
3 La ciencia del médico realza su cabeza, y ante los grandes es
admirado.
4 El Señor puso en la tierra medicinas, el varón prudente no las
desdeña.
5 ¿No fue el agua endulzada con un leño para que se conociera su
virtud?
6 El mismo dio a los hombres la ciencia para que se gloriaran en sus
maravillas.
7 Con ellas cura él y quita el sufrimiento, con ellas el farmacéutico
hace mixturas.
8 Así nunca se acaban sus obras, y de él viene la paz sobre la haz de
la tierra.
9 Hijo, en tu enfermedad, no seas negligente, sino ruega al Señor, que
él te curará.
10 Aparta las faltas, endereza tus manos, y de todo pecado purifica el
corazón.
11 Ofrece incienso y memorial de flor de harina, haz pingües
ofrendas según tus medios.
12 Recurre luego al médico, pues el Señor le creó también a él, que
no se aparte de tu lado, pues de él has menester.