...la Biblia de Jerusalén
Eclesiástico 39, 8-13
8 Así nunca se acaban sus obras, y de él viene la paz sobre la haz de
la tierra.
9 Hijo, en tu enfermedad, no seas negligente, sino ruega al Señor, que
él te curará.
10 Aparta las faltas, endereza tus manos, y de todo pecado purifica el
corazón.
11 Ofrece incienso y memorial de flor de harina, haz pingües
ofrendas según tus medios.
12 Recurre luego al médico, pues el Señor le creó también a él, que
no se aparte de tu lado, pues de él has menester.
13 Hay momentos en que en su mano está la solución,