1 No así el que aplica su alma a meditar la ley del Altísimo. La
sabiduría de todos los antiguos rebusca, a los profecías consagra sus ocios,
2 conserva los relatos de varones célebres, en los repliegues de las
parábolas penetra,
3 busca los secretos de los proverbios y en los enigmas de las
parábolas insiste.
4 En medio de los grandes ejerce su servicio, ante los jefes aparece;
viaja por tierras extranjeras, adquiere experiencia de lo bueno y lo
malo
entre los hombres.
5 Aplica su corazón a ir bien de mañana donde el Señor su Hacedor;
suplica ante el Altísimo, abre su boca en oración y por sus pecados suplica.
6 Si el gran Señor lo quiere, del espíritu de inteligencia será lleno. El
mismo derramará como lluvia las palabras de su sabiduría, y en la oración
dará gracias al Señor.
7 Enderezará su consejo y su ciencia. y en sus misterios ocultos hará
meditación.