17 A su orden el agua se detiene en una masa, a la palabra de su boca
se forman los depósitos de las aguas.
18 A una orden suya se hace todo lo que desea, y no hay quien pueda
estorbar su salvación.
19 Las obras de toda carne están delante de él, y nada puede ocultarse
a sus ojos.
20 Su mirada abarca de eternidad a eternidad, y nada hay admirable
para él.
21 No hay por qué decir: ¿Qué es esto? Y esto ¿para qué?, pues todo
ha sido creado con un fin.
22 Su bendición se ha desbordado como un río, como un diluvio ha
inundado la tierra.
23 De igual modo las naciones recibirán en herencia su ira, como
cuando él cambió las aguas en salinas.
24 Sus caminos rectos son para los santos, así como para los sin ley
son piedras de tropiezo.
25 Los bienes están desde el principio creados para los buenos, así
como los males para los pecadores.
26 De primera necesidad para la vida del hombre es el agua, el fuego,
el hierro y la sal, la flor de harina de trigo, la leche y la miel, el jugo de
uva,
el aceite y el vestido.
27 Todo esto son bienes para los piadosos, mas para los pecadores se
truecan en males.
28 Hay vientos creados para el castigo, en su furor ha endurecido él
sus látigos; al tiempo de la consumación su fuerza expanden, y desahogan
el furor del que los hizo.
29 Fuego y granizo, hambre y muerte, para el castigo ha sido creado
todo esto.
30 Y dientes de fieras, escorpiones, víboras y espada vengadora para
la perdición del impío.
31 Todos hallan contento en hacer su mandato, en la tierra están
prontos para su menester, y llegada la ocasión no traspasarán su orden.
32 Por eso desde el principio me reafirmé, medité y he puesto por
escrito:
33 «Las obras del Señor son todas buenas, a su tiempo provee él a
toda necesidad.
34 No hay por qué decir: Esto es peor que aquello, porque todo a su
tiempo es aprobado.
35 Y ahora con todo el corazón y la boca cantad himnos y bendecid el
nombre del Señor.»