...la Biblia de Jerusalén
Eclesiástico 42, 10-23
10 Todo cuanto viene de tierra, a tierra volverá, así irán los impíos de
la maldición a la ruina.
11 El duelo de los hombres se dirige a sus cuerpos, pero el nombre de
los pecadores, que no es bueno, se borrará.
12 Preocúpate de tu nombre, que eso te queda, más que mil grandes
tesoros de oro.
13 La vida buena tiene un límite de días, pero el buen nombre
permanece para siempre.
14 Conservad la instrucción en paz, hijos. Sabiduría escondida y
tesoro invisible, ¿qué provecho hay en ambos?
15 Más vale hombre que oculta su necedad, que hombre que oculta su
sabiduría.
16 Así pues, ruborizaos de lo que os voy a señalar, que no es bueno
guardar toda vergüenza, ni todo es apreciato fielmente por todos.
17 Ante un padre y una madre avergonzaos de la fornicación, de la
mentira, ante el jefe y el poderoso;
18 del extravío, ante juez y el magistrado, de la iniquidad, ante la
asamblea y el pueblo;
19 de la injusticia, ante el compañero y el amigo, del robo, ante
el
lugar en que resides;
20 y ante la verdad de Dios y la alianza: de clavar los codos en los
panes,
21 de despreciar la recepción y el don, de callarse ante los que
saludan,
22 de mirar a mujer prostituta, de volver la cara a tu pariente,
23 de quitar la parte y el don de otro, de clavar los ojos en
mujer
casada,