...la Biblia de Jerusalén
Eclesiástico 44, 21-27
21 Devora los montes, quema el desierto, y consume como fuego el
verdor.
22 Como remedio de todo llega presto la niebla, el rocío, después del
viento ardiente, devuelve la alegría.
23 Según su designio domeña el abismo, y planta islas en él.
24 Los que surcan el mar hablan de sus peligros, y de lo que oyen
nuestros oídos nos maravillamos.
25 Allí están las cosas raras y maravillosas, variedad de animales,
especies de monstruos marinos.
26 Gracias a Dios tiene éxito su mensajero, y por su palabra todo está
en su sitio.
27 Muchos más podríamos decir y nunca acabaríamos; broche de mis
palabras: «El lo es todo.»