6 También la luna: sale siempre a su hora, para marcar los tiempos,
señal eterna.
7 De la luna procede la señal de las fiestas, astro que mengua,
después del plenilunio.
8 Lleva el mes su nombre; crece ella maravillosamente cuando
cambia, enseña del ejército celeste que brilla en el firmamento del cielo.
9 Hermosura del cielo es la gloria de las estrellas. orden radiante en
las alturas del Señor.
10 Por las palabras del Señor están fijas según su orden. y no aflojan
en su puesto de guardia.
11 Mira el arco iris y a su Hacedor bendice, ¡qué bonito en su
esplendor!
12 Rodea el cielo con aureola de gloria, lo han tendido las manos del
Altísimo.
13 Con su orden precipita la nieve, y fulmina los rayos según su
decreto.
14 Por eso se abren sus cilleros, y vuelvan las nubes como pájaros.
15 Con su grandeza hace espesas las nubes, y se desmenuzan las
piedras de granizo.
16 a su vista se conmueven los montes. A su voluntad sopla el viento
del sur,
17 El bramido de su trueno insulta a la tierra, el huracán del norte y
los ciclones.
18 Como pájaros que se posan esparce la nieve, que baja como
langosta que salta al suelo. Admira el ojo la belleza de su
blancura, y al
verla caer se pasma el corazón.
19 El derrama también sobre la tierra la escarcha como sal, que al
helarse se queda como pinchos de espinas.