20 Aumentó la gloria de Aarón y le dio una heredad, le otorgó las
primicias, sobre todo el pan a saciedad.
21 Por eso comen ellos los sacrificios del Señor, que él le concedió a
él y a su linaje.
22 Aunque en la tierra del pueblo no tiene heredad, ni hay en el
pueblo parte para él: que «Yo soy tu parte y tu heredad».
23 Pinjás, hijo de Eleazar, tercero en gloria, porque fue celoso del
temor del Señor, y se mantuvo firme en la revuelta del pueblo por la energía
de su alma resuelta, y obtuvo así el perdón para Israel.
24 Por eso se hizo con él una alianza de paz, de presidir el santuario y
a su pueblo, para que le tocara a él y a su linaje la dignidad
del sumo
sacerdocio por los siglos.
25 Hubo también alianza con David, hijo de Jesé, de la tribu de Judá,
herencia real de hijo a hijo sólo, mientras la herencia de Aarón pasa a todo
su linaje.
26 Dé Dios sabiduría a vuestro corazón para juzgar a su pueblo con
justicia, y que no se desvirtúen los valores de los padres, ni su gloria en sus
generaciones.