18 En sus días, subió Senaquerib, que envió por delante a Rabsaqués;
éste partió, levantó contra Sión la mano, y se engrió en su altanería.
19 Temblaron entonces corazones y manos, y sufrieron dolores cual
mujeres en parto.
20 Invocaron al Señor misericordioso, tendiendo sus manos hacia él.
Y el Santo, desde el cielo, les escuchó al instante, y los rescató por mano de
Isaías.