...la Biblia de Jerusalén
Eclesiástico 5, 1-11
1 Hijo, no prives al pobre del sustento, ni dejes en suspenso los ojos
suplicantes.
2 No entristezcas al que tiene hambre, no exasperes al hombre en su
indigencia.
3 No te ensañes con el corazón exasperado, no hagas esperar la
dádiva al mendigo.
4 No rechaces al suplicante atribulado, ni apartes tu rostro del pobre.
5 No apartes del mendigo tus ojos, ni des a nadie ocasión de
maldecirte.
6 Pues si maldice en la amargura de su alma, su Hacedor escuchará su
imprecación.
7 Hazte querer de la asamblea, ante un grande baja tu cabeza.
8 Inclina al pobre tus oídos, responde a su saludo de paz con dulzura.
9 Arranca al oprimido de manos del opresor, y a la hora de juzgar no
seas pusilánime.
10 Sé para los huérfanos un padre, haz con su madre lo que hizo su
marido. Y serás como un hijo del Altísimo; él te amará más que tu madre.
11 La sabiduría a sus hijos exalta, y cuida de los que la buscan.